La cerámica es la madre de la pintura
Pintor, escultor, dibujante y ceramista, Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) es uno de los creadores más destacados del panorama artístico contemporáneo.
Barceló empezó a crear con barro el año 1994 a partir de un viaje a Mali durante el cual un fuerte viento le impedía pintar y dibujar.
A diferencia de los cuadros, las cerámicas necesitan una prueba de fuego en un horno donde el material adquiere su consistencia y colores definitivos. Una metamorfosis que fascina al artista.
«La cerámica es una forma extraña de pintura. Como si hicieras un fresco sin necesitar un edificio, sin arquitecto. Es muy ancestral pero moderna a la vez.» comenta Miquel Barceló.
«La cerámica tiene una parte muy física, la moldeas, la acaricias, la golpeas. A diferencia de cuando pinto, cuando trabajo con el barro utilizo las dos manos», explica Barceló.
En la parte final de la exposición se pueden admirar unos curiosos ‘Totems’ realizados con tochanas de gran tamaño creadas por él y convertidas en obras de arte que combinan la herencia de la Antigua Grecia, la cultura Maya y la China.
En exposición hasta el 30 de junio del 2024